domingo, 31 de agosto de 2008

Enseñar Investigando. Un principio de didáctica para un nuevo rol docente

Nombre del Autor:Díaz Castañeda Rodolfo
Año: 2001, Titulo: Enseñar investigando. Un principio de didáctica para un nuevo rol docente
Editorial: Lulu, Inc.
Cap I

En los últimos años una gran cantidad de docentes en sus aulas intentaron diversos métodos de renovación de su práctica educativa, centrando su actuación, fundamentalmente en el alumno.
Una metodología basada en la investigación, que caracteriza, en último término, un modelo didáctico, es decir, un marco teórico para interpretar cómo es y cómo funciona la realidad escolar, que proporciona, al mismo tiempo, pautas y orientaciones para intervenir en dicha realidad. A su vez, la experiencia procedente de la aplicación de esta propuesta metodológica aportaría datos para la validación del propio modelo de referencia.
El núcleo fundamental de esta parte se centra en la descripción de distintos momentos del proceso investigativo del alumno, sin pretender una relación exhaustiva de posibles
actividades ni una secuenciación lineal, cerrada y fija de las mismas. Más bien, se pretende ofrecer una variedad de posibilidades y vías de actuación, siempre dentro de una concepción constructivista del aprendizaje.
Esta propuesta ofrezca posibilidades para que los docentes de diferentes niveles educativos reflexionen sobre su actuación teniendo una referencia metodológica coherente, que sea aplicable en distintos campos del saber y que propicie la interacción entre la práctica y la teoría.
Se pretende, de algún modo, comprender el actual contexto en que opera la acción educativa de los docentes, valorando su función trascendental en situaciones de crisis y
cambio. Las reflexiones aquí desarrolladas se fundan en la observación y la experiencia
adquirida en las aulas. El deseo de contribuir a una toma de posición nueva en relación al rol docente asignado institucionalmente, distinto a la actualmente asumida: anacrónica y tradicionalista.
La práctica docente: entre la tradición y la modernidad
En los últimos años una gran cantidad de docentes han puesto en práctica en sus aulas intentos diversos de renovación de su práctica educativa, centrando su actuación, fundamentalmente en el alumno.
La clave del estancamiento de muchas de estas iniciativas renovadoras probablemente se encuentre en la falta de una reflexión rigurosa sobre los mecanismos de cambio que se estaban poniendo en práctica; en definitiva, en la carencia de un marco general al que referir lo que se hacía.
Desde este planteamiento, el profesor renovador se veía ante el supuesto conflicto de optar por los contenidos (es decir, por una metodología tradicional) u optar por "las destrezas, las técnicas, etcétera" (por una metodología activa).
La problemática de concepción del rol docente ,es de suponer que en un marco curricular congruente está implícito la concepción del rol Docente.


El conocimiento del proceso curricular señalando algunas cuestiones importantes que consideramos deben ser realizados por el cuerpo docente y administrativo académico para que el profesorado adquiera un nuevo rol: como profesor-investigador que desde la dimensión de su praxis puede incidir en los ámbitos del diseño, desarrollo y evaluación curricular.
La función comunicativa del docente investigador, antes de analizar el rol del docente como investigador desde el aula, cabe hacer algunas reflexiones en torno al principal aspecto que caracteriza la función docente: la acción comunicativa . Aunque el docente cumple muchas otras funciones dentro de alguna institución educativa, pero es -y no debemos perder esto de vista- esencialmente un ser humano que participa directamente en el desarrollo humano de las nuevas generaciones, su misión es importante porque gracias a su función es posible la evolución de la especie humana.
La educación tiene como meta la transmisión de conocimientos de una generación a otra situación ésta que es observable a todos los niveles de enseñanza, de ahí que sea importante para efecto de una acción educativa eficaz que toda institución educativa proporcione al docente al menos dos recursos elementales para el logro de una eficaz acción comunicativa: medios tecnológicos educativos apropiados y medio ambiente.
De ese modo, derivamos también en una definición genérica, pero necesaria, de la comunicación educativa, puesto que el docente en su acción comunicativa ordinaria recurre al lenguaje -como herramienta básica de la comunicación- y a otros recursos didácticos.
Nombre del Autor:Díaz Castañeda Rodolfo
Año: 2001, Titulo: Enseñar investigando. Un principio de didáctica para un nuevo rol docente
Editorial: Lulu, Inc.
Cap II

Utilizaremos el término problema para designar a situaciones que, por su novedad, requiere una respuesta mucho más elaborada, situaciones en las que predomina la incertidumbre respecto a cómo debemos actuar, de forma que nos vemos obligados a utilizar un tratamiento distinto a la mera aplicación de un procedimiento rutinario.

Todo problema da lugar a la formación, a partir de las concepciones preexistentes, de nuevas concepciones más acordes con las circunstancias planteadas. Habrá que considerar que no sólo es importante la resolución del problema sino también los aspectos relativos a la búsqueda y reconocimiento del mismo.

El trabajo con problemas es un proceso complejo, que comprende distintos momentos, debido a esto los problemas serán considerados científicos cuando se planteen enmarcados en las teorías y marcos conceptuales característicos de la ciencia y se centren en la descripción y explicación de la realidad y serán problemas del quehacer cotidiano los que se planteen enmarcados en el conocimiento de lo ordinario de cada individuo, teniendo como objetivo la actuación en su realidad inmediata.

El tratamiento de problemas propicia el aprendizaje significativo en la medida que:
- Facilita que se expliciten y pongan a prueba las concepciones del alumno implicadas en la
situación-problema.
- Fuerza la interacción de esas concepciones con otras informaciones procedentes de su entorno físico y social.
- Posibilita el que, en esa interacción, se reestructuren las concepciones del alumno.
- Favorece la reflexión sobre el propio aprendizaje y la evaluación de las estrategias utilizadas y de los resultados obtenidos.

LA INVESTIGACION

La Investigación en el Aula se refiere a una cierta manera global de enfocar los procesos de enseñanza-aprendizaje, por tanto la Investigación en el Aula define tanto una metodología de trabajo como un marco teórico para la actuación que integra las aportaciones de la psicología constructivista con una concepción holísitca de la realidad educativa. La investigación sería un tipo de actividad más, una estrategia que se utiliza puntualmente en el conjunto de la programación.

El interés fundamental del empleo de una metodología de investigación se halla en que proporciona un marco referencial para la organización y secuenciación de actividades que facilita y potencia los procesos de construcción de conocimientos en los alumnos.

La concepción constructivista del aprendizaje obliga a considerar las concepciones de los alumnos como bases o puntos de engarce sobre los que se irán construyendo los nuevos conocimientos. La explicitación de las concepciones tiene grandes ventajas, no sólo para el docente, como informaciones fundamentales para planificar estrategias de enseñanza, sino también para el alumno, que, al tener conciencia de sus propias concepciones, se pone en disposición de reflexionar sobre ellas y enfrentarlas con nuevas informaciones, lo que provocar su posible reestructuración y la construcción de nuevos conocimientos.
Nombre del Autor:Díaz Castañeda Rodolfo
Año: 2001, Titulo: Enseñar investigando. Un principio de didáctica para un nuevo rol docente
Editorial: Lulu, Inc.
Cap III

En el desarrollo de una metodología de investigación en el aula intervienen una serie de
elementos básicos: el alumno, como protagonista del aprendizaje. El docente, como
coordinador y facilitador del aprendizaje. El contexto en que se produce el proceso,
constituido por un entramado de elementos, entre los que pueden destacarse, entre otros, los materiales didácticos, los aspectos organizativos y el clima del aula.
El clima del aula como elemento más globalizado y significativo.


El alumno es un auténtico protagonista de sus aprendizajes, el papel del docente adquiere una nueva significación como coordinador y facilitador del proceso de aprendizaje, pues desarrolla tareas decisivas de dicho proceso.
La función genérica de coordinación por parte del profesor afecta a la fase de preparación (programación) como a las de desarrollo y evaluación. A partir de esta función básica cobran sentido otras funciones relacionadas entre sí. Así, el docente desarrolla, de hecho, diversos
tipos de tareas:


- Globalmente, programa (fundamenta, selecciona, organiza...) la secuencia de actividades en
que se materializa, en último término, el proceso de enseñanza-aprendizaje. Dichas
actividades y su secuenciación, responden al modelo de metodología por el que se opta.
- Propicia el planteamiento de situaciones problema que estimulen el aprendizaje basado en la Investigación
- Elabora estrategias
- Selecciona y organiza las informaciones que intervienen como contenidos en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
- Aporta, él mismo, informaciones útiles en el proceso, que se integran en el contexto de la metodología empleada.
- Coordina, incentiva y garantiza la continuidad del trabajo en el aula durante el desarrollo de las actividades.
- Planifica estrategias conducentes a crear un clima de clase, activo y participativo, que
potencie las posibilidades de aprendizaje.
- Realiza análisis sistemáticos de la realidad del aula y del desarrollo del proceso de
enseñanza-aprendizaje.
- Integra su actuación en el proyecto de trabajo global del equipo docente y, en su caso, del nivel y ciclo de que se trate.
Desde la perspectiva de este conjunto de tareas la cuestión no es si, en una metodología
investigación, el docente debe (o puede) explicar o no, sino cómo se integra, de forma
coherente, La oportunidad y el mecanismo de esa integración vendrán dados por
el momento en que se halle el proceso de construcción del conocimiento de los alumnos.


En cuanto al papel del alumno, se suele decir que, en una metodología investigativa, el
alumno es protagonista de su propio aprendizaje.
Ser protagonista de su aprendizaje significa asumir la perspectiva de que todo lo que ocurra en el proceso de enseñanza-aprendizaje debe adecuarse al proceso de construcción del conocimiento del alumno. Se puede decir, por tanto, que el alumno como protagonista, es el responsable último del aprendizaje en la medida en que construye su conocimiento atribuyendo sentido y significado a los contenidos de la enseñanza.

La actitud de responsabilidad del alumno sobre su propio aprendizaje va a depender, en
definitiva, de su motivación para aprender significativamente, pero también de la intervención del profesor en orden de despertar dicha motivación potencial del alumno mediante estrategias adecuadas.
La curiosidad y el gusto por conocer nuevas cosas pueden constituir una interesante fuente de motivación.
La motivación del alumno se refuerza, en último término, si se consigue un clima en el aula que posibilite su participación no solo en el desarrollo de las diversas actividades
programadas sino también en la toma de decisiones relacionados con determinados aspectos de la propia dinámica de la enseñanza.

Un marco ambiental de trabajo en el aula agradable, libre de coacciones y violencia y
compatible con la diversidad de actividades que se desarrollen y con la diversidad de ritmos de trabajo y aprendizaje contribuir decisivamente a la maduración del proceso personal de construcción de conocimientos.

En este sentido resulta útil el concepto de conocimiento compartido es decir, tener en cuenta que, mediante múltiples procesos, la construcción del conocimiento en el aula se realiza, en gran parte, a través de interacciones entre alumnos.